Técnica de estética con acupuntura para rostro y cuerpo

Historia

La belleza exterior, en la Medicina Tradicional China (MTC), es un reflejo directo de la salud y el equilibrio interno. Un cutis radiante indica un buen flujo de Qi (energía vital) y Sangre, así como la correcta función de los órganos. Es bajo esta filosofía que la acupuntura facial emerge como una práctica milenaria que hoy más que nunca cobra relevancia en la búsqueda de soluciones estéticas naturales y holísticas.

La acupuntura, con sus profundas raíces en la antigua China, data de hace más de 2.000 años. Aunque su uso principal era terapéutico para dolencias, los textos clásicos ya mencionaban su aplicación para mejorar la tez y retrasar el envejecimiento. La acupuntura facial, tal como la conocemos, se perfeccionó a lo largo de las dinastías, especialmente entre la nobleza que buscaba mantener su juventud sin métodos invasivos.

Como Funciona

La acupuntura facial no se limita a tratar la superficie de la piel; su enfoque es integral y se basa en los principios fundamentales de la Medicina Tradicional China: el flujo de Qi (energía vital), la Sangre y el equilibrio del Yin y el Yang. Al insertar finas agujas estériles en puntos específicos del rostro, cuello y cuerpo, se estimula directamente la circulación de Qi y Sangre, crucial para la nutrición celular y la eliminación de toxinas. Esta micro-estimulación optimiza el suministro de oxígeno y nutrientes a las células de la piel, resultando en un cutis más luminoso y saludable.

Además, la inserción de las agujas crea microtraumas controlados que impulsan al cuerpo a iniciar un proceso de reparación, estimulando la producción de colágeno y elastina. 

Beneficios

Estimula la producción natural de colágeno y elastina, reduciendo visiblemente las líneas finas y arrugas para una piel más tersa

Ayuda a tonificar los músculos faciales, lo que contribuye a levantar y reafirmar la piel flácida en áreas como la mandíbula y el cuello.
Mejora la circulación de Qi y Sangre, aportando un brillo saludable y una tez más uniforme y radiante.
Favorece el drenaje linfático, disminuyendo la retención de líquidos y la apariencia de bolsas y ojeras bajo los ojos.
Aborda desequilibrios internos que pueden causar acné o rosácea, reduciendo la inflamación y equilibrando la producción de sebo.
Más allá de lo estético, el tratamiento induce una profunda sensación de calma, reduciendo el estrés y promoviendo un aspecto general más vital.  
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